CALATAYUD.- Ferias y Fiestas en honor de Nuestra Señora la Virgen de la Peña

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Las Ferias

por F.J. LORENZO DE LA MATA

    En el título que encabeza este ciclo festivo aparece: Ferias y Fiestas en honor de la Santísima Virgen Nuestra señora de la Peña. De las antiguas Ferias que poseía la ciudad otorgadas, como privilegios y algunos merecimientos por diversos reyes aragoneses, quedaba a mediados del siglo XX, sólo la Feria de ganado caballar que se desarrollaba desde antiguo en la plaza de Dominicas. A esta se le incorporaron, más recientemente, la feria de los Ajos,  una feria  hortofrutícola y actualmente una de temática general. Estas han tenido diversas ubicaciones a lo largo de su vida, Así la Feria de la Fruta, se mantuvo, desde su fundación en la década de 1960, en el edificio de la "Pera", en la explanada  frente al desaparecido convento de Capuchinos. La feria de los Ajos, tuvo varios emplazamientos: Plaza de san Francisco, Plaza de San Antón, hoy plaza Joaquín Costa, en la plaza de San Benito, Hoy Alcalde José Galindo, y actualmente en la plaza del Justicia, angular con  el paseo, San Nicolás Francia. De la misma forma la Feria General o de Muestras, Se realizó primeramente en el parque de la Redonda y después en el Recinto Ferial de Claretianos, su actual ubicación.

    La celebración de Ferias, era un privilegio que concedían los monarcas a ciertas poblaciones. En Calatayud el primer dato que se tiene sobre ello, hace referencia a un real privilegio concedido por el Rey Jaime I, el Conquistador, que otorgo a la Ciudad de Calatayud, celebración de Feria por espacio de 10 días, a comenzar el día de la Purificación ( 2 de febrero). D. Pedro, su hijo, estando en Daroca en enero de 1276, prorrogo la feria por 15 días. Siendo febrero poco adecuado para la celebración de ferias, se trasladaron al mes de julio para el día de Santa justa y Sata Rufina, (19 de julio). Se encontraron también inconveniente por ser tiempo de eras y recolección de la mies. Con este motivo suplicaron los de Calatayud a Dª. María, la reina regente, estando en Barcelona a 6 de febrero de 1423, que en vez del 19 de julio, comenzase el 20 de agosto y que durasen hasta el día 8 de septiembre. (1).  En el año 1594, Felipe II Concedería otra segunda feria a Calatayud, ésta a celebrar durante 10 día a partir de la vigila de las Ascensión del Señor.

    La organización de Ferias, estaba ampliamente regulada, tanto su celebración, duración, composición etc. y era de gran importancia económica y social para la población. La primera Feria que se tiene constancia de su celebración en España, fue la de la localidad burgalesa de Belorado, concedida por el rey aragonés D. Alfonso I el Batallador en el año  1116.


(1).- DE LA FUENTE, V. Historia de la siempre augusta y fidelísima ciudad de Calatayud .Tomo II.
 Capítulo  LI. páginas 73 y siguientes. Centro de Estudios Bilbilitanos. Zaragoza 1994.  Edición Facsímil.
La celebración de las Ferias, suponía un importante evento económico y social, que transcendía los límites geográficos de la propia localidad de celebración, aglutinando mercaderes, y productores agrícolas y ganaderos de muchas poblaciones. Al principio se realizaban extramuros de las ciudades, junto a los muros o puertas de las mismas, en explanadas y acampados de fácil acceso y con amplitud. Poco a poco , se fueron trasladando al interior de los poblados y se construyendo grandes espacios para el desarrollo de estas actividades comerciales y financieras. las famosas plazas del mercado, y plazas mayores. La concesión de ferias por los señores feudales, dieron paso a los monarcas, al final de los procesos de la constitución de la monarquía autoritaria y centralista. Estos les concedían protección física y una serie de garantías económicas, fundamentalmente la exención o la rebaja sustancial de impuestos.
 
     Por ello la concesión de Ferias a las villas y ciudades suponía un enorme impulso económico y por supuesto social. Estas fueron el origen de nuestro sistema económico capitalista, en donde aparte de las transacciones comerciales y los trueques de mercancías y animales, se realizaban importantes actividades financieras y bancarias.  atraían también a numerosos y variados sectores de la población que además de poder realizar actividades comerciales, suponía para ellos un periodo de recreo y ocio, ejercían reclamo para trovadores, cómicos, danzantes, etc.

Este es el origen de nuestras fiestas patronales. La celebración de las Ferias se unían siempre a la celebración litúrgica del Señor, la Virgen o algún santo. toda importante actividad comercial, social o de otra índole, pronto se asociaba o vinculaba a la Iglesia, a quién se rogaba por el buen desarrollo y propósito de la actividad. La celebración  de la feria de Calatayud, al desarrollarse, mayoritariamente, en la primera quincena de septiembre, eligió la Ffiesta litúrgica más destacada del periodo, el día 8 de septiembre, festividad de la natividad de la Virgen. Pronto se unió a la figura de la Virgen de la Peña y desde su patronazgo, ésta se hizo indivisible.

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