El Calatayud consigue una victoria de mérito superando por 4-2 a un buen Andorra
¿Calidad individual o juego colectivo? Posiblemente el complemento de estos dos apartados hace que un buen equipo se convierta en un equipo excelso. Y posiblemente también en este tipo de categorías la dificultad de ver ambas en un partido es significativa y es que, el que más y el que menos cuenta con virtudes pero también con carencias.
En esta jornada el Calatayud recibía al Andorra. Partido entre “gallitos” con ganas de ver los argumentos de uno y de otro equipo. Y entre todos, el que apareció por encima del resto fue el jugador del Calatayud, Negredo, autor de tres de los cuatro goles con los que se impuso el Calatayud al Andorra. Y lo cierto es que al menos dos de ellos fueron dos auténticos golazos. El 1-0, tras recoger un balón al borde del área y disparar un chut que se colaba por la escuadra del portero turolense y el segundo, para enmarcar y que define a un futbolista, quizás con algunas carencias, pero que dejó un tanto para guardar en la retina. Balón que recupera en el centro del campo, levanta la vista, ve al portero visitante y desde el centro del campo manda el balón al fondo de la red. Sencillamente impresionante el gol, la calidad del golpeo, la visión y el disparo. Por entonces tan solo se llevaban jugados 23 minutos de partido y el Calatayud mandaba por 2-0.
Un partido que arrancó con efervescencia y con dos claras ocasiones, una en cada área cuando tan solo se llevaban disputados tres minutos, ambas acababan con dos buenas intervenciones de los dos guardametas. En el 17 Negredo lograba el 1-0 y cinco minutos más tarde el mismo jugador el segundo tanto de la tarde. Pablo Sebastián percutía en el área visitante anotando en el minuto 44 el 3-0 con el que terminaba la primera mitad y que dejaba el encuentro, al menos a primera vista sentenciado.
En el resumen de esta primera mitad hay que destacar que el Calatayud disparó en cuatro ocasiones entre los tres palos y que firmó tres goles. Una efectividad que resultaría clave en el desarrollo del partido. Por el contrario, el Andorra realizó a pesar de marcharse con desventaja al vestuario de 3-0, una buena primera mitad. Un equipo que en todo momento intentó jugar el balón, con los laterales muy ofensivos y abiertos y en todo momento intentando buscar superioridad por fuera. Llevó el peso del partido, escondió el balón pero le faltó algo vital en esto del fútbol, chispa y mordiente para terminar las jugadas. Y en este caso, posiblemente tuviera también algo que ver, o mucho que ver, el trabajo defensivo del conjunto bilbilitano, que repetimos prácticamente sentenciaba el partido ante el mejor equipo que hasta el momento ha visitado esta temporada el campo de San Iñigo.
Segunda mitad
Más de uno podía pensar que el resultado de la primera mitad resultaba un tanto engañoso y que, quizás, no reflejaba lo visto en el campo. Una primera mitad en la que los bilbilitanos defendieron mucho, defendieron bien y que contaron también con el acierto y calidad para marcar tres goles. Y esto en fútbol no es mucho, es decisivo.
El partido no merecía terminar de esta manera y el Andorra conseguía reducir distancias en el marcador anotando el 3-1 en el minuto 52, gol de Pescador. Por entonces el Calatayud si le quedaba alguna duda, que pensamos que no, lo tuvo ya suficientemente claro, seguir trabajando para cerrar líneas de pase, ponerse el mono de trabajo defensivo y esperar a buscar alguna contra para sentenciar el partido, y con la calidad de los bilbilitanos de medio campo para arriba podía ser suficiente, con jugadores que necesitan poco para anotar.
En el minuto 82 llega la señalización de una pena máxima en contra del conjunto bilbilitano que se encargaba de materializar un conocido de la afición de Calatayud, Pau, jugador de la cantera de Calatayud EFB y que militó durante muchas temporada en el Atlético. Miranda ponía el 3-2 en el marcador y los nervios en la afición bilbilitana puesto que esta jugada significó también que los blancos terminaran jugando con un hombre menos por la expulsión del que cometía el penalti, César Barrachina. El Andorra merecía si no puntuar al menos si que salir de una forma digna del campo de San Iñigo.
Los últimos minutos se vivieron con la incertidumbre propia de un marcador tremendamente ajustado. El Andorra buscando el empate, el Calatayud intentando salir a la contra y firmar el gol de la tranquilidad, y lo pudo hacer Pablo Sebastián pero se encontró con una buena intervención del portero visitante. Finalmente llegó de nuevo un Negredo de dulce para sentenciar el partido con el cuarto tanto.
Victoria importante y de mérito para el Atco. Calatayud ante un Andorra que expuso en el césped de San Iñigo argumentos de un buen trabajo colectivo, buen trato de balón pero con, al menos en esta ocasión, sin mucha mecha en los últimos metros, donde se ganan los partidos. El Calatayud siguió con lo que venimos viendo hasta la fecha. Un equipo muy centrado en el trabajo defensivo, al que quizás le falta algo más de elaboración y ofreciendo siempre sensación de peligro individual en muchos de sus jugadores, sobre todo de medio campo para arriba. Y además, en esta ocasión se encontró con un Negredo excelso.
Clasificación
Y la clasificación que se aprieta y mucho, con 9 equipos separados por tan solo tres puntos. Y ojo, que uno de ellos es un Morés que con su victoria en Mallén por 0-2 se coloca liderando la tabla con 11 puntos, los mismos que Casetas. El Calatayud sube hasta la cuarta posición con 10 puntos a tan solo 1 del liderato.
