Canonista, jurisconsulto e historiador con más de 80 libros escritos
La Diputación de Zaragoza nos recuerda que tal día como hoy, 29 de enero de 1817 nacía en Calatayud Vicente de la Fuente y Condón: canonista, jurisconsulto e historiador.
Vicente de la Fuente y Condón nació en una familia de pequeños comerciantes. Tras iniciar sus primeros estudios en el colegio de los escolapios de Daroca, pasó en 1828 al seminario Conciliar de Tudela, donde cursó tres años de Filosofía y recibió la primera tonsura (1829). Ingresó en la Universidad de Zaragoza, consiguiendo el grado de bachiller en Filosofía (1831).
De la capital de Aragón marchó a estudiar Teología a la Universidad de Alcalá de Henares, donde obtuvo los grados de bachiller (1834), licenciado (1837) y doctor (1841). Concluyó su amplia formación en la Universidad Central de Madrid cursando Cánones y Leyes, haciéndose licenciado (1844) y posteriormente doctor (1846).
Como docente ejerció en Málaga, Madrid y fue bibliotecario, estando también en la Universidad de Salamanca.
Persona de enorme prestigio en los ámbitos culturales madrileños y aragoneses, fue miembro del Colegio de Abogados de Madrid (1844), académico bibliotecario y profesor de la matritense Real Academia de Legislación (1845) y correspondiente en abril de 1854 de la Real Academia de la Historia (RAH). Durante la festividad de la Virgen del Pilar de 1860 fue propuesto para numerario de dicha institución por Canga Argüelles, Cayetano Rosell y Pascual Gayangos, al quedar vacante la Medalla 34 por el fallecimiento del caspolino Javier de Quinto y Cortés, primer conde de Quinto. La elección se llevó a cabo en junta de 19 de octubre de ese mismo año, ingresando con el discurso Historia militar, política y económica de las tres comunidades de Calatayud, Daroca y Teruel, que leyó el 16 de marzo de 1861 y que fue contestado por Manuel Colmeiro. También perteneció a la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas (RACMP), en donde ingresó el 25 de abril de 1875 con el discurso De la separación de la Iglesia y del Estado.
Escribió unos 80 libros, entre los que destaca la publicación de los tomos I y II de su 'Historia de la siempre augusta y fidelísima ciudad de Calatayud' que, pese a la precipitación con que fue redactada y al atraso de los métodos históricos, puede considerarse la piedra angular de los estudios sobre Calatayud.
La ciudad lo recuerda con una calle en su nombre.