TOROS.- De Zaragoza a Salamanca, paso a paso buscando el triunfo

Gente y Familia
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Iker Fernández Aliagas “El Mene”, un joven de 18 años en busca de un sueño. Y que bien pinta


Hoy nos marchamos a orillas del Tormes para visitar una de las capitales más bonitas de España, Salamanca. Los griegos la llamaron Helmantike, “tierra de adivinación”, aunque el origen del nombre mantiene una disputa entre éste o si su raíz proviene del latín. Ptolomeo dejó escrito que su nombre verdadero era Salmantica y provenía de una denominación prerromana, de los vacceos, pueblo que se asentó en la cuenca del Duero.
El que más y el que menos conoce parte de su historia representada en edificios como la propia Universidad, la Plaza Mayor, la Casa de las Conchas, la Catedral, el Convento de San Esteban o incluso el Puente Mayor del Tormes. Una tierra rica en historia y también con una larga tradición dentro del mundo de la tauromaquia.
Y a eso vamos, hace tres años que un joven (por entonces de 15 años), se puso el mundo por montera y decidió dejar su María de Huerva natal, para enrolarse en una de las Escuelas de Tauromaquía más importantes de España, en Salamanca. Se trata de Iker Fernández Aliagas “El Mene”.
Solamente escribir “El Mene” en Calatayud y nuestra mente nos lleva al mundo de los toros. Pocas familias en Calatayud cuentan con una tan larga trayectoria en el mundo de los toros. El penúltimo, Luís Miguel Melendo “El Mene”.
Iker  comenzó su andadura en el mundo de los toros a los 13 años, en la Escuela Taurina de Zaragoza y evidentemente aprendiendo las enseñanzas de una de las personas que siempre ha tenido más cerca, Luis Miguel Melendo “El Mene”. Un buen día decidió dar un paso importante tanto para él como para su familia, marcharse a la que considera “mejor escuela del mundo”, la de Salamanca. Primero se marchó él, poco después toda su familia para acompañarlo en este sueño.
Iker Fernández nos contaba que “la decisión surge de hablarlo con mis padres. Mi padre es amigo del maestro Andrés Sánchez, ahora mi actual apoderado. Hablamos con él y con 15 años marché solo a casa del maestro. Nada más llegar me apunté a la Escuela y desde ahí hasta el día de hoy”. La decisión no tan solo implicaba al joven sino que la familia entendía también que más tarde o más temprano ellos también marcharían a Salamanca. “Actualmente resido ya con mis padres, en San Cristóbal de la Cuesta, un pueblo cercano a Salamanca. A mis padres les tengo que agradecer todo, si no fuera por ellos yo no estaría donde estoy”, afirma El Mene novillero.

Solo el mundo de los toros
Sus años en Salamanca están facilitando una indudable progresión del novillero, como él mismo indica, “mí día a día es solo pensar en toros, son mi vida”. Y salir adelante en este complicado mundo no es tarea ni mucho menos sencilla, a las aptitudes propias de la profesión hay que sumar el aprendizaje, el recorrido sin olvidar, ni mucho menos, la preparación propia de cualquier chaval de su edad en sus estudios. Para ello Iker cuenta sobre todo con algunos amigos y su familia. “Es una profesión que tiene muchos gastos, mis padres se esforzaron mucho para venir a Salamanca y dejar nuestra tierra. A día de hoy sigue siendo duro. Tenemos amistades que ayudan, pero los que siempre están para lo que necesito son mi familia”.


Una brillante temporada
En el mundo de la tauromaquia ya comienza a escucharse con fuerza el nombre de Iker Fernández Aliagas “El Mene”. El joven novillero en esta temporada ha participado en 32 ó 33 festejos como novillero sin picadores, una cifra que está fuera del alcance de muchos. Posiblemente por su buena dirección y desde luego por sus cualidades, y es que los resultados son para estar más que satisfecho, “llevo 30 novilladas y cortadas 57 orejas y 3 rabos. El día 7 torearé en Huerta del Rey, en Burgos, y me queda por confirmar una fecha que será la final de un certamen”. Esta temporada incluso lo pudimos ver en Canal Sur en una plaza tan emblemática como la de Sevilla, de la que Iker guarda un bonito recuerdo, “no fue la mejor tarde de mi temporada, pero si que es cierto que fue una tarde de las que no se olvidan, una faena que me salió de dentro”.

Un maestro como apoderado
Iker sabe que todo lo que le queda por delante para labrarse un futuro en este complicado mundo de los toros será complicado, aunque confía sobre todo en sus cualidades. “Es muy difícil hacerse un hueco en el toreo, pero con esfuerzo, sacrificio y constancia creo que todo se puede conseguir”.
Hace pocos días daba otro paso que puede ser decisivo para su futura carrera, el contar como apoderado a Andrés Sánchez. “Ha sido un paso soñado, que te apodere un maestro como lo es Andrés Sánchez es un auténtico lujo, y podemos crear un buen tándem de cara a la próxima temporada”.
Una próxima temporada en la que el objetivo para el joven novillero será el debutar con picadores. Un paso necesario para seguir creciendo.
Como referentes en el mundo del toreo Iker siempre piensa en figuras de la talla de “Manzanares padre, Julio Robles, Santiago  Martín “El Viti” o Manolete por su personalidad delante del toro”.

De momento han sido varias las personas y entidades que han estado cerca, muy cerca de este joven novillero que puede convertirse en torero y que no puede olvidar, “principalmente mis padres, sin ellos no estaría aquí, la Escuela Taurina de Salamanca, que lo es todo para mí, la Asociación Jóvenes Toreros, una asociación francesa que apostaron por mí y que son muy importantes en mi carrera y desde luego al maestro Andrés Sánchez, que me acogió como a un hijo en su casa desde el primer momento”.
Este es Iker Fernández Aliagas, un joven descendiente bilbilitano que de la mano de su padre “El Mene” y con la ayuda de varias personas más está destacando de forma más que firme en los ruedos de España. La tradición torera de los “Menes” tiene, desde luego presente y futuro.

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