OPINIÓN.- Reflexiones en época de crisis

El correo del Lector
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Carta al Correo del lector que nos llega firmada por Lucrecia Jurado, Gerente de AMIBIL



En unos días todo nos cambió. Todos vivíamos una situación extraña porque se nos venía encima algo que no alcanzábamos a entender. Veíamos cómo se nos arrebataba el contacto físico y nos preguntábamos cómo podríamos hacer nuestro trabajo sin él. Cerrábamos nuestra residencia al exterior. Los usuarios de atención de día suspendían sus actividades en el centro y en la comunidad, principio pedagógico que caracteriza la metodología de trabajo de AMIBIL, “participar y disfrutar en la comunidad, con la comunidad”. Los trabajadores, con una emoción y tensión elevada, no sabíamos a que nos enfrentábamos. Llegaban instrucciones y más instrucciones para transformar nuestra residencia en un centro hospitalario, nuestros profesionales del ámbito social en sanitarios de primera línea.  En aquellos momentos nos preocupaba y nos sigue preocupando cómo podíamos llegar a aislar, en caso necesario, a personas con dificultades severas y especialmente con grandes problemas de conducta. Cada día aguantábamos la respiración y todavía seguimos haciéndolo ante la posibilidad de que el virus entre en nuestras vidas.  


Este virus nos ha enseñado que somos frágiles, que la vida puede irse en unos momentos, que nos necesitamos para existir y debemos permanecer unidos como personas, como miembros de nuestra comunidad, pero también como entidades de familias de personas con discapacidad intelectual y así lo hemos hecho y debemos seguir haciéndolo desde Plena Inclusión. Las entidades, ante las situaciones adversas,  nos hemos apoyado unas a otras, en lo emocional y en lo material en estos difíciles momentos. Han sido objetivos básicos para nosotros disponer del equipamiento necesario para nuestra seguridad y la de nuestros residentes, así como trasladar nuestras vivencias y necesidades a las administraciones, a los medios de comunicación…  como ha sido y continúa siendo elevar la voz para ser visibles, para que no nos hagan dar ni un paso atrás sobre los derechos reconocidos a las personas con discapacidad intelectual, para que se reconozca el trabajo realizado con nuestro colectivo y para que se valore el esfuerzo realizado por las familias que antecedieron a las que actualmente dirigen nuestras entidades. Ahora más que nunca necesitamos familias que lo sigan dando todo y pongan en valor el trabajo de los que iniciaron el movimiento asociativo. Ellos eran y son todavía el corazón de nuestras entidades y nosotros debemos seguir siendo las arterias que impulsen ese corazón, ahora sin duda más vivo que nunca.


Somos entidades que hemos crecido en recursos y en capacidad de gestión; pero no debemos olvidarnos que en lo que más tenemos que seguir creciendo es en el respeto y responsabilidad hacia nuestra misión, la de mejorar la vida de las personas con discapacidad intelectual y la de sus familias. Sólo nuestros antecesores pueden explicarnos a todos de dónde venimos y las grandes dificultades por las que han pasado para conseguir todo lo que hoy nuestro colectivo puede disfrutar. Algunos ya no podrán hacerlo porque no se encuentran entre nosotros, parte de ellos también han formado parte del colectivo más castigado por esta pandemia. Desde aquí nuestro más sentido pésame a sus familias y un emocionado agradecimiento, se lo debemos ahora más que nunca a todos ellos.
Esta crisis nos está dando la oportunidad de parar y reflexionar hacia donde nos dirigimos y que tipo de personas y sociedad queremos. Administraciones que valoren y apoyen  nuestra trayectoria, nuestro trabajo, nuestro buen hacer contribuyendo a una sociedad mejor, a una comunidad accesible para todos; trabajadores en nuestras entidades como  los que han pasado y están pasando esta crisis junto a nosotros, dándolo todo por nuestros residentes , personas que tiene el  arte de combinar la eficacia en el desempeño de sus funciones  con el calor humano  a las que les reconocemos desde AMIBIL su esfuerzo y responsabilidad; voluntarios , entidades y personas  que nos aportan el beneficio de su tiempo, de parte de sus vidas y  de sus proyectos, haciéndolo desde el profundo convencimiento de que para nosotros son importantes en nuestro día a día para seguir hacia delante.
Hagamos de esta crisis una oportunidad para replantearnos nuestros valores y construir un sistema más sostenible. Desde AMIBIL agradecemos a todas aquellas personas y entidades que se han preocupado y siguen haciéndolo estando muy próximos a nuestras necesidades durante esta pandemia. Pero la oportunidad será sin duda alguna la de pedir que, junto a la reconstrucción económica de nuestro país, de nuestra comunidad autónoma, de nuestra ciudad, de nuestro pueblo, haya una reconstrucción social en la que la inclusión de las personas con discapacidad intelectual forme parte.


    
        Fdo: Lucrecia Jurado López
Gerente  de AMIBIL

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