Los bilbilitanos, en un discreto partido, superan al Chiprana por 2-1
Un recién ascendido de Primera Regional, Chiprana, fue el primer rival del Atco. Calatayud en esta nueva temporada. Partido jugado esta tarde en el campo de San Iñigo en el que nos alegró ver un buen número de chicos de las categorías base de la Escuela de Fútbol en las gradas del campo de la Ciudad Deportiva. Cuidar la cantera y ofrecer opciones a los chicos que se están formando posiblemente sea un buen punto de partida para que las gradas ofrezcan una buena visión en cuanto al número de espectadores se refiere.
El partido ni mucho menos resultó cómodo para el cuadro local, posiblemente tengamos que dar tiempo a la formación para que poco a poco asienten su juego, y en este caso también, con ausencias de un buen número de jugadores por distintos motivos, entre ellas, la ausencia de los dos porteros de la escuadra bilbilitana, que fue defendida por un jugador cadete de las categorías base de Calatayud EFB, Pablo.
De salida y durante los primeros minutos vimos la mejor versión del Calatayud en este primer partido de liga. Los blancos tocaron a un buen ritmo y sobre todo buscaron la profundidad por las dos bandas. Unos minutos en los que ya se pudo apreciar la debilidad del Chiprana por sus costados. Buenos minutos de fútbol, alguna ocasión y la sensación de superioridad de los locales ante un conjunto visitante ordenado y replegado buscando protegerse.
Sin embargo conforme avanzó el partido el ritmo del partido decayó sensiblemente. Al Calatayud se le fundieron los plomos, se perdió la rapidez de circulación y los visitantes se estiraron un poquito más en busca de la meta defendida por Pablo, con un par de acercamientos peligrosos.
De esta manera terminaba la primera mitad, con el empate a cero inicial. Con un Calatayud que fue claramente de más a menos y con un Chiprana en el que destacó sin duda alguna su número 6, Ndong. El centrocampista visitante se adueñó por completo del centro del campo y todo lo que hizo, incluso las faltas, lo hizo con criterio a lo largo de todo el partido. Eso sí, ante la complacencia del medio campo local que lo dejó en todo momento iniciar las jugadas con una libertad insultante.
En el minuto 47 llegaba el primer tanto del partido. Jugada individual de Panocha desde la izquierda que finaliza cruzando muy bien el balón fuera del alcance del portero visitante. Los costados del Chiprana volvían a ofrecer una sensación manifiesta de endeblez.
Por entonces el que más y el que menos podía pensar en un partido tranquilo y que pronto llegaría el gol de la tranquilidad. No fue así. El Calatayud continuó atascado en la línea de creación y además las ocasiones que se creaban, más por individualidades que por juego colectivo no terminaban de terminarse bien. De esta manera se llegaba al minuto 66, en el que en una jugada aislada los visitantes conseguían el tanto del empate.
Con mucho tiempo por delante el Calatayud siguió precipitándose a la hora de crear las jugadas. Nervios y sensación de intentar ganar de la forma más rápida con algunos balones colgados al área, con alguna buena ocasión pero con poco remate. Los de Chiprana, siguiendo a lo suyo, intentar asegurar el punto y con muy poquita presencia ofensiva, además de con el mejor jugador del partido, Ndong en el centro del campo. De lo demás, poco que destacar.
Y llegó el minuto 92. Tras el lanzamiento de una falta lateral, el balón se quedaba entre las dos áreas y Víctor Palacios lograba en tanto de la victoria definitiva, el 2-1.
Nos quedamos con lo más positivo, que sin duda son los tres puntos y comenzar ganando la temporada. Mucho trabajo por delante para un Atco. Calatayud que tiene y debe de mejorar, además de recuperar jugadores. Al Chiprana, posiblemente le toque trabajar para intentar mantener la categoría, un equipo que en el campo de San Iñigo ofreció muy poco en ataque y al que le pudimos ver también algunos problemas evidentes defensivos por sus costados.
Ndong y Panocha posiblemente fueron los jugadores más destacados del partido.
