En su momento se anunció que la empresa preveía contratar a 80 trabajadores en un periodo de 5 años
A través del grupo libanés HCC en el 2016 se anunciaba la instalación de una fábrica de pañales en Calatayud, para se decía en su momento, “abastecer los mercados de Marruecos, Ghana, Libia y Líbano”. En estas mismas informaciones el grupo “preveía crear 80 empleos en cinco años”. Para ello la empresa adquiría una de las líneas de fabricación de Kimberly-Clark y el Ayuntamiento de Calatayud, según las informaciones del momento, “subvencionaba la instalación de la compañía con 225.000 euros. Además, financiará también el coste de alquiler de la nave en la que la empresa desarrollará su actividad durante los cinco primeros años de funcionamiento de la factoría”. Estos fueron los inicios de un proyecto empresarial muy necesario en Calatayud y que finalmente no ha llegado a buen puerto puesto que ayer se anunciaba el cierre de la planta.
Las previsiones de empleo no llegaron a cumplirse en ningún momento puesto que la planta no llegó a pasar de los 25 empleados, periodo en el que coincidió en julio de 2020 cuando la empresa comenzó también a fabricar y comercializar mascarillas, en un mercado muy complicado en el que se trabaja con un margen muy ajustado de beneficios.
En la actualidad la fábrica contaba con 10 empleados según fuentes de los trabajadores, que además se encontraban en ERTE desde el 15 de febrero y a los que se les adeuda dinero. Ayer firmaban el despido.
Desde el grupo municipal socialista han afirmado a este medio de comunicación que se van a interesar por el importe de la cantidad que las arcas municipales han pagado a la empresa y por las deudas que han dejado tanto al arrendador de la nave como a los trabajadores y proveedores.
La Rúa de Dato
Otro de los comercios históricos de Calatayud podría cerrar su persiana en este mes, un establecimiento situado en una Rúa de Dato que en los últimos años está viendo como disminuye en la zona su actividad comercial de manera más que significativa.
